La psicología del color tiene entre otros objetivos analizar la influencia que tienen los colores en nuestro comportamiento. Como empresa experta en la decoración de interiores, en Jácena creemos que el color es un elemento esencial en la creación de espacios de trabajo. Por lo general, las gamas cromáticas frías producen un efecto de tristeza o de sobriedad, mientras que las tonalidades claras aportan frescura, soledad o descanso. De igual forma, los colores oscuros transmiten melancolía y los colores cálidos amplitud. Ante esta primera introducción, ¿qué color debes escoger para la decoración de tu oficina? Te damos más detalles a continuación.
-Colores neutros. Blanco, beige, gris o marfil. Son algunos de los colores más utilizados en la decoración de interiores en oficinas y espacios de trabajos porque transmiten una sensación de amplitud y confort. No es de extrañar que por este motivo, las tonalidades neutras sean muy frecuentes en las salas de trabajo. ¿Te has fijado alguna vez en este pequeño pero evidente detalle? Si el color blanco o marfil te parece demasiado aburrido, puedes añadir pequeños toques de color ligeramente situados en puntos estratégicos de la sala. De esta forma, el aspecto general será más fresco y divertido.
-Colores fríos. Azul (en todas sus variantes) y negro son dos tonalidades que, en función a la intensidad cromática, pueden ser desaconsejadas. El azul transmite serenidad, calma y frialdad. Tiene un ligero efecto calmante y es óptimo para ambientes destinados a descansar como salas de office o salas de reposo para los empleados. En cambio, el negro usado por sí solo disminuye los volúmenes de los ambientes generando un sentimiento de opresión.
-Colores oscuros. Marrón, violeta o gris antracita son tres tonalidades a evitar porque aportan densidad al ambiente y no ayudan a la concentración. Mezclados entre sí pueden llegar a generar hartazgo. En cambio, en tonalidades más suaves o incluso añadidas a colores neutros pueden dar un resultado válidamente aceptable al espacio de trabajo.
-Colores cálidos. Amarillo, rojo, verde, naranja…son los colores cálidos y brillantes por excelencia. Producen una sensación de calidez, confort y adherencia continua. Hay que tener cierto cuidado en la intensidad escogida para evitar la sensación de adelanto sobre el plano o de excesivo posicionamiento. Colores como el amarillo cadmio, el rojo bermellón o el verde esmeralda aportan voluminosidad al ambiente dando como resultado un espacio saturado.
Y tú, ¿qué tonalidades prefieres para la decoración de oficinas en Córdoba? Si después de nuestra breve introducción sigues sin tener en claro cuáles son los colores adecuados para tu oficina, ponte en contacto con nuestro personal técnico especializado en interiorismo. ¡Te esperamos!
Fuente imagen destacada: Pinterest.com