Tenemos un posible Cliente que se ha puesto en contacto con nosotros a través de cualquier vía: “boca a boca”, por teléfono, email, formulario de nuestra web, redes sociales etc., con la intención de realizar una obra de reforma. Conocida la intensidad del trabajo a realizar debemos concretar con él una primera cita.
La comprensión de las necesidades de nuestro Cliente, prestando especial atención a sus preferencias, debe ser fundamental en nuestro trato, el cual será cercano y amable.
Nuestra entrevista debe discurrir bien en el lugar donde se pretende realizar el trabajo, lo que es idóneo, o bien en un lugar tranquilo donde se pueda charlar de forma distendida y sea posible un intercambio de información de forma adecuada. Quizá ambos.
Una vez reunidos, el interiorista o la empresa de reformas debe conocer en la medida de lo posible las preferencias del Cliente sobre el trabajo en cuestión, escuchando con atención e intensidad su discurso, e intentando comprender sus intenciones para poder ofrecer una propuesta adecuada.
No menos importante es realizar un análisis de las limitaciones del Cliente, tanto económicas, como logísticas o de acceso, sobre licencias y permisos, etc., dado que no siempre el Cliente tiene claro lo que puede costar llevar a la práctica su idea, pero casi siempre conoce lo que se puede gastar.
De esta entrevista el interiorista debe hacerse una idea más o menos organizada de cómo vive/trabaja su Cliente, cuáles son las personas que habitan el entorno a reformar, su edad y su ocupación. Así mismo, debe descubrir el uso del espacio que se pretende obrar y los gustos del Cliente, que quizás sean las partes más importantes del contacto inicial.
Otros datos de gran interés para poder realizar un trabajo equilibrado entre la economía y la funcionalidad son: la ubicación del local y/o edificio, su estado actual y su vecindario. Siempre es adecuado para no elevar los costos que se tenga un acceso fácil a las obras y hacer consideraciones sobre la seguridad contra robo de los edificios en los que se va a actuar.
Entrando en aspectos más técnicos, la experiencia nos debe guiar para detectar puntos críticos en el local, los cuales nos van a afectar para la redacción del presupuesto inicial de las obras, como son: entrada de luz, acometidas de los distintos suministros, paredes maestras, muros de carga y tabiques, salidas de humos, situación de bajantes, falsos techos, etc. Hay que tener muy en cuenta que las escaleras, los huecos de escalera, las alturas de los forjados y/o entreplantas limitan en un muchas ocasiones las dimensiones de los elementos a instalar: la altura de los vidrios de las mamparas de oficinas, el peso de los suelos técnicos, la longitud de las placas de yeso laminado o de los techos de lamas de madera, etc.
Con estos datos anotados en nuestra libreta de trabajo tenemos información suficiente para acordar un presupuesto estimado para la ejecución de las obras de reforma, así como para el cálculo de los honorarios por nuestros servicios, los cuales quedarán plasmados en el documento Presupuesto que debemos presentar a nuestro Cliente.
De esto hablaremos en las próximas entradas de nuestro blog. Mientras tanto, seguimos fabricando espacios confortables para nuestros clientes: ideas a medida con un diseño exclusivo.
Saludos,
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